El asilo es una protección internacional para las personas que teman ser objeto de persecución por motivos de raza, religión, nacionalidad, opiniones políticas, pertenencia a determinado grupo social, de género, o de orientación sexual.
No se trata, de ninguna manera, de un permiso de trabajo y residencia y referida solicitud conlleva muchas consecuencias.
Es verdad, que actualmente la tramitación de la solicitud del asilo está tardando muchísimo, más o menos un año y medio a dos años, y al final de ese período la mayor parte de estas solicitudes son rechazadas, pero si concurren circunstancias reales y existen pruebas fehacientes de la amenaza expresa o latente a la vida, el ciudadano extranjero está en su pleno derecho de solicitar asilo.
Mientras se formaliza el trámite y se desarrolla el procedimiento, podrá recibir asistencia sanitaria y asistencia jurídica gratuitas. Al pedir asilo, se está en obligación de permanecer en España y de entregar el pasaporte. Es decir, mientras tramita la solicitud, que de por si tarda muchísimo, no se puede viajar a ningún otro país.
La inseguridad no es un motivo de peso para la concesión de asilo. En la entrevista se entrega al interesado un “papel blanco” que suele tener un plazo de caducidad de 6 meses (depende mucho de cada oficina de asilo de cada Comunidad Autónoma).
La tarjeta “roja” es el documento oficial de identificación como solicitante de protección internacional que se emite al admitirse a trámite la solicitud. Esta tarjeta autoriza a la persona solicitante de asilo a permanecer en territorio español durante el período durante el cual se decida la resolución de la solicitud y se renueva de forma periódica. Al cabo de seis meses, contados desde el momento en que se hizo la solicitud, esta tarjeta roja permite trabajar. Los solicitantes de asilo no pueden ser expulsados o devueltos a sus países hasta que no se resuelva definitivamente el trámite. En caso de ser denegado el asilo, recibirán una carta en la que se les conmina a abandonar el país en un plazo de 15 días. Si deciden quedarse en territorio español ya entonces sí estarían en situación irregular, pudiendo ser detenidos en un control rutinario de documentación y sometidos a un proceso de expulsión. Sin embargo, con la demora acumulada de los expedientes de asilo, algunos solicitantes lo interpretan como una manera de alargar el tiempo hasta cumplir los tres años necesarios para optar a la regularización por arraigo social, que si se trata de un permiso de residencia y trabajo.
Si estás interesado en solicitar el asilo, debes tener en cuenta todas las consecuencias que este abarca.